El sí quiero del e-learning en tres pasos
Cómo el e-learning puede actuar de enzima para enlazar conocimiento… Y contextos laborales generadores de evolución.
El otro día descargué el pdf de mi vida laboral de web de la TSS. Figuraban 21 años, 10 meses y 16 días.
Aparte de pensar que cuantificado de esta manera sonaba a condena penal, hice un poco de retrospectiva de todo lo que había hecho, y la conclusión fue que he tenido más momentos dulces que amargos.
Figuran ya la mitad de mis años de existencia, pero hubo un punto en el que me resultó curioso echar la vista atrás: esta misma trayectoria, calificada hace una década por “expertos de RRHH” como excesivamente inquieta y sin foco… Es ahora evaluada por los encargados de “departamentos de felicidad” como un gran caso de adaptabilidad y polivalencia muy aprovechable en el actual contexto laboral.
No me quedaré con ninguno de esos extremos, sino con lo que me ha ayudado a avanzar de cada uno de ellos. Y, focalizando en los dos ámbitos laborales principales, he de decir que mi trayectoria ha estado dedicada (principalmente) al mundo de los sistemas informáticos y de la educación/formación.
Mi primera gran experiencia, por tiempo y proyección, fue como Administrador de Sistemas. Si bien en un primer momento me apasionaba y veía mi futuro escrito en este ámbito, una serie de dependencias no muy positivas, me hicieron alejarme del sector… Además de la tecnología, rechazándola.
Pero a raíz de una nueva vuelta de timón, al empezar a desarrollar mi faceta como formador, el contexto laboral y las TICs comenzaron a entrelazarse de nuevo. Llegaron a todos los ámbitos de mi recorrido vital y surgió con fuerza una nueva palabra como base de cambio, la TICnificación.
Ese fue el punto de partida para poder estar compartiendo estas palabras con vosotros: como he gestionado mi vida laboral, mi formación y mi relación con las TICs para poder adaptarme de la mejor de las maneras a un mundo con una velocidad de cambio vertiginosa.
Y ese “clic” fue, está siendo y será marcado a fuego por el e-learning, una de las herramientas que he utilizado para mi crecimiento personal, profesional y social.
Pero como esté artículo está quedando demasiado “novelístico-biográfico”, vamos a sintetizar ese proceso al máximo. He querido recopilar tres artículos o pasos respecto mi relación con e-learning, y dividir cada uno dos conceptos claves:
Paso 1: “El aprendizaje de por vida es el futuro del trabajo y de la educación”
El primer paso, de los más globales. Si has seguido la vida y desarrollo de Jeff Maggioncalda (Coursera), Sal Khan (Khan Academy), o Zachary Sims (Code.org), llegamos a un personaje de “tamaño” similar Anant Agarwal, fundador y CEO de edX y profesor en el MIT.
Del artículo y de la persona aprendo:
- El valor de no ser estático es un valor para ti, para tu proyecto o la organización a la que perteneces. Para ello, trabajadores y empresa han encontrado un terreno ideal en el e-learning, donde de manera modulable podemos generar espacios de conocimiento que ayudarán a la evolución de ambas partes.
- La importancia de la formación online, con motivadores-certificadores y utilizando en ocasiones modelos blended. Es decir, con la posibilidad de combinarla con formaciones presenciales (física o virtualmente, con un experto que guía el aprendizaje “en directo” ).
Paso 2: (Intentado no…) Arruinar tu carrera profesional en unos sencillos pasos
Bajándonos a terreno nacional, conocí a Virginia Nocito en el congreso de Trainers for the future, y de su mano he conocido y leído a Roberto García Estevan. Roberto define con maestría pasos que, si los llego a saber con anterioridad, me hubiera ahorrado más de un dolor de cabeza.
Del artículo y de la persona aprendo:
- Importancia (de nuevo) de la formación, de la continua formación. No hará falta que defina el tipo de formación que actualmente es más accesible y amplia en este sentido.
- Saber manejar los tempos de ti mismo y de tu contexto (laboral, digital, networking…).
Paso 3: Learning by doing: cómo aprender a emprender… ¡emprendiendo!
Para finalizar, desde un medio más generalista (la web de Emprendedores), nos invita a aprender desde varios ejemplos una metodología, el “learning by doing”. Aunque está dentro de un contexto emprendedor, me gustaría que cualquiera que lea este artículo pudiera extraer lo que podría aplicar en su contexto de acción.
Del artículo y los proyectos, aprendo:
- Aplicar el aprendizaje adquirido desde el minuto uno, incluso con el riesgo al error.
- Aprender de aciertos y aún más de fallos, para mejorar futuras acciones.
Sí, quiero.
Hasta ahora, 809 palabras para describir años de lucha, satisfacciones, frustraciones y sobre todo, evolución. En ellas he intentado condensar los seis puntos claves extraídos de diferentes fuentes, los seis elementos que marcaron esos años. Creo firmemente que el e-learning no ha estado dentro del “top tres” de los que me han hecho llegar hasta aquí.
Pero sí puedo asegurar más convencido todavía: sin el e-elearning los tiempos de aprendizaje se habrían multiplicado, o bien mi camino habría quedado bastante más alejado de esa “adaptabilidad y polivalencia muy aprovechable en el actual contexto laboral”.
Para ir terminando, y como me gusta predicar con el ejemplo (learning by doing): no solo ejerzo de formador en formato e-learning y b-learning, sino que actualmente realizo como alumno un postgrado online.
También, mínimo cada dos meses, realizo un curso, microcurso, píldora o webminar. Esto me ayuda, no solo aumentar mi campo de conocimiento, sino a mejorar como formador para aplicar novedades metodológicas y didácticas.
Y en definitiva, sintetizando al máximo todo este escrito, respecto al e-learning, dos simples palabras: “Sí, quiero”.